viernes, 12 de abril de 2013

Capítulo X.

Alimentamos la vida con sueños.
Preferimos morir durmiendo a mantener los ojos abiertos.
Vivir en un mundo creado por nosotros en vez de en uno de carne y hueso.
Somos inconformistas pero vagos.
Y por eso saltamos cualquier bache en vez de arreglarlo.
Siempre a lo fácil.
Siempre a rendirse.
Tenemos un cerebro para alimentarlo de pensamientos sobre cosas que podríamos hacer, pero que por miedo o vagancia se quedan en eso, en meros pensamientos.
Y es que tenemos el mundo en nuestras manos.
Pero un agujero en ellas.
No sabemos aprovechar lo que se nos brinda.

Cada día es solo uno. Cada segundo es un instante irrecuperable. Y cada cosa que no hemos hecho ya no lo haremos de la misma manera.
Ya dijo alguien que "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes", pero, ¿realmente nos daremos cuenta algún día de lo que tenemos?
Nacimos con ojos.
Pero eso no significa que podamos ver.


Se nos escapa entre los dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario