miércoles, 22 de agosto de 2012

Don't fall.

-Qué, ¿otra vez aquí?
Corrió el asiento que había a su lado. Una vez más la encontraba allí, sentada en el mismo bar de siempre, al mismo bar donde ahogaba sus penas cada vez que le rompían el corazón. 4 chupitos de tequila llevaba ya cuando Sam llegó.
-La vida...
-La vida que quieres llevar
-La vida que me obligan a llevar dirás
Pidió otro chupito. Sam la miraba con ojos repletos de curiosidad. Nunca la había visto beber con el ímpetu que llevaba aquella noche.
-Qué ha sido esta vez?
-Soy estúpida sabes. Estúpida al creer que alguien puede fijarse en mi. Estúpida al enamorarme tan rápido de alguien. Estúpida al pensar que por una vez tenía posibilidad. Todo es mierda Sam. Un puto mar de mierda.
Dejó el vaso de chupito fuertemente contra la barra del bar. Una barra tan pulida que podías ver el reflejo de tus propias manos apoyadas en ella.
-Si. Eres estúpida.
-Lo se
-No. No lo sabes.
-Acabo de decirtelo
-No. Eres estúpida. Estúpida por creer que el amor es una estupidez. Estúpida por dejarte vencer por una mierda de chaval. Estúpida por creer por un instante que no vales nada. Estúpida por venir aquí y beber como una alcoholica depresiva. Te veo y veo a una estúpida. Estúpida porque no sabe.
-Que no sabe qué?
-No sabe todo lo que vale.
Ems miró hacia la barra pulida y contempló su reflejo. Sus ojos repletos de lágrimas y sus mejillas manchadas del rímel que se había puesto para salir aquella noche. Al mirarse en aquella situación se limpió rápidamente la cara y miró a Sam.
-No vale la pena, Sam.
-¿El qué?
-Llorar la pérdida de algo que nunca he tenido
Sam emitió una leve sonrisa y Ems, con un salto enérgico dejó la silla del bar, cogió su cazadora y contempló el establecimiento lentamente antes de irse. Antes de irse de aquel bar al que se prometió que nunca más volvería a ir.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Pensando en clave.

De estas veces en las que quieres y no puedes, que sientes que tu sitio está en otra parte, que desearías escapar y dejarlo todo, probar si podría haber algo más que noches en vela y simples pensamientos.
Pero no puedes.
Incapacidad que lleva a impotencia.
Historias que parecen absurdas pero no para ti.
Sueños que deseas que se hagan realidad pero que se quedan en sueños.
Y al fin y al cabo todo esto se resume en un "ojalá" que acabará siendo, triste y finalmente, nada.